miércoles, 18 de febrero de 2015

La catedral de Segovia


De la monumentalidad de una ciudad como Segovia, dan cumplido testimonio, no sólo la cantidad de templos bizantinos que, en mayor o en menor estado de conservación, han sobrevivido hasta nuestros días; o el encanto venido a menos de sus barrios góticos, anexos a una judería desaparecida en parte; o edificios de época posterior y carácter militar pero dotados de un peculiar encanto, como el Alcázar, contando, además, con aquellos conventos extramuros, como el del Parral, sin duda referentes todos ellos de una incipiente labor socio-cultural que se ha ido perpetuando a lo largo de los siglos. Pero no es de ese conjunto monumental, exorbitante y en justa medida Patrimonio Cultural de la Humanidad, de lo que quiero hablar, siquiera en una breves líneas, en esta nueva entrada, sino de un auténtico acopio de saberes y poderes referidos a un ámbito y escenario muy particular: su catedral. Una catedral que ofrece, en su habeas corpus, así como en los doscientos años que se tardó en ejecutar el proyecto de su construcción, esquemas de varios estilos artísticos, los cuales derivan de un gótico inicial y tardío, a estilos renacentistas, barrocos y neoclásicos, siendo, junto con la catedral de Salamanca, la última muestra de esa argótica sapiencia tan difundida por autores como el siempre enigmático Fulcanelli.

Si bien se construyó sobre otra anterior, completamente demolida y de estilo románico, derribándose muchas casas de la judería para liberar espacio, pasó por diferentes etapas, en las que intervinieron diferentes Magister Muri, de tal manera, que en una primera fase, se conoce la labor de Juan Gil de Hontañón, que elaboró los planos sobre un diseño de García de Cubillas, colocándose la primera piedra o piedra angular, en el año 1525. Fallecido éste un año después, en 1526, es su hijo, Rodrigo Gil de Hontañón quien se hace cargo de los trabajos, dirigiendo la segunda fase. Le sucedió Juan de Mugaguren, siendo, no obstante, Juan Gual el que terminó de acoplar el antiguo claustro gótico de la primitiva catedral.

Un claustro, armónico y elegante, por otra parte, que constituye un lugar muy especial, en el que se aprecian interesantes elementos decorativos, así como una simbología muy peculiar, también, referida en parte y en vista de los símbolos de los numerosos enterramientos de caballeros, a uno de los grandes mitos medievales por antonomasia: el del Santo Grial. A esto, habría que añadir, así mismo, una notable referencia a otro controvertido y espinoso tema, como es aquel relacionado con la Verónica o el Santo Rostro, que tantos y tantos ríos de tinta y polémica ha generado –como su homóloga, la Sábana Santa-, a lo largo de la Historia y cuyo original –o al menos uno de los considerados originales, que antiguamente atraía multitudes de peregrinos-, está oculto, desde 1641, en el interior de uno de los pilares que sostienen la cúpula de la basílica de San Pedro.

Cabe destacar, para finalizar, la presencia, en el pórtico de estilo neoclásico, de una imagen a tamaño natural de San Frutos, el Patrón de Segovia, con el cayado en una mano y el famoso Libro abierto en la otra. Un Libro que, según la leyenda, cuando el Santo Frutos termine de pasar la última hoja, vendrán también el advenimiento del fin del mundo, tal vez de la manera descrita en el Apocalipsis de San Juan.

Por desgracia, y salvo en el claustro, no se permite fotografiar el interior de la catedral.



2 comentarios:

KALMA dijo...

Hola! ¡Cómo me gusta Segovia! Desde su acueducto sumergirme en su casco antiguo, sus palacios, sus iglesias, y de ellas creo que sabes cual es para mi especial, se ve desde el Alcázar... No te han dejado tirar fotos dentro, pero de fuera y el Claustro no has perdido detalle, tanto, que aunque me había percatado de las "camitas" nunca lo hubiese relacionado con el Santo Grial, siempre me gusta saber de este símbolo con tanta carisma como misterio.
Un beso.

juancar347 dijo...

Hola, brujilla. Sé a qué iglesia te refieres y en breve te pondré unas panorámicas que sé que conoces muy bien y que se obtienen desde el Alcázar. Símbolos y percepciones, como verás en el vídeo, si te fijas, me he dejado muchos sin comentar porque eso equivaldría a hacer más que una entrada, un capítulo. Pero hay muchos y muy interesantes. Relacionar algunos con el tema del Grial no es casual, ya que la caballería de todos los tiempos (con mayor incidencia, desde luego, en la medieval) estuvo más o menos relacionada con el tema. Y verás algo curioso en la representación de La Verónica y los dos ángeles que sostienen el paño con el Santo Rostro: ¿no te parece éste, demasiado grande en comparación con ellos?. ¿Qué nos querría decir el artista?. Como ves, enigmas sobre enigmas. Pero sobre todo y eso también sé que se te da muy bien, es disfrutar de los placeres del Arte, del entorno, con la Plaza Mayor y sus soportales, sus tenderetes los días de mercado, los increíbles lugares de restauración, la cercanía de la judería, los barrios góticos, que aun en malas condiciones, todavía conservan sus antiguos soportales tan característicos... En fin, brujilla, que te voy a contar que el vuelo de tu escoba no te haya mostrado. Un abrazo