lunes, 19 de enero de 2015

Segovia: iglesia de San Lorenzo



Otro de los templos más representativos del impresionante conjunto histórico-artístico y particularmente románico de Segovia capital, es aquel dedicado a la figura de un santo muy especial, por su conexión con el Santo Grial que se custodia en la catedral de Valencia: San Lorenzo. Cuenta la tradición, y así lo confirma también Santiago de la Vorágine, que cuando se produjo la conquista de Roma por los ejércitos del bárbaro Alarico, el Papa le encomendó a uno de sus diáconos de confianza –San Lorenzo-, la puesta a salvo del Santo Cáliz. San Lorenzo, a su vez, lo confió a unos soldados foráneos, como él, de Huesca y éstos, a su vez, lo entregaron a la comunidad de monjes establecida en el sorprendente monasterio jaqués de San Juan de la Peña, donde permaneció velando el sueño eterno de los reyes y nobles de Aragón –el antiguo Sobrarbe-, hasta que el rey Martín el Humano lo mandó a la capital del Turia, después de que el preciado objeto pasara por lugares como Barcelona y la Aljafería zaragozana. De hecho, en la iconografía de este templo, que hemos de situar en una magnífica plaza de época que todavía conserva una parte muy atractiva de su antiguo y peculiar encanto medieval, hay escenas muy relacionadas, entre las que no faltan, por supuesto, aquellas referentes, también, a uno de los grandes mitos del Cristianismo: la Adoración de los Magos.


Otra escena relevante, aparte de los numerosos detalles de interés –como los animales y personajes que se vislumbran a través de zarcillos vegetales, entre los cuales destaca la presencia de los dos machos cabríos afrontados, que apuntan, posiblemente, a la acción de un mismo taller que ejerció su influencia tanto en Segovia capital, como en pueblos de alrededor, de los cuales dos ejemplos relevantes serían Duratón y Orejana-, es el Descendimiento, si bien es cierto que la acción de desgaste ejercida por el tiempo sobre la piedra, no ha sido precisamente benévola y por esa causa, se pierden muchos detalles. La danza, parece formar parte también de la temática de este templo del siglo XII, que cuenta –como muchos otros templos de la zona y estilo-, con triple ábside o cabecera y otros interesantes detalles, como una portada y parte de la torre, de influencia mudéjar.