martes, 4 de febrero de 2014

La iglesia de Nª Sª de la Asunción de Duratón


Posiblemente, hablar de Duratón y en especial de su imponente iglesia románica dedicada a la figura de la Asunción de la Virgen, implique, después de todo, hacer referencia, cuando menos, al que seguramente sea el templo más espectacular e interesante de la zona y por añadidura, a un pueblo, que siendo de los más importantes en la Edad Media, actualmente no pasa de ser apenas una aldea con una veintena aproximada de habitantes. De su relativa importancia medieval, todavía queda constancia de la inmensa necrópolis descubierta junto a la iglesia, muchos de cuyos sarcófagos de piedra fueron trasladados a un campo cercano, situado al otro lado de una carretera que algunos kilómetros más adelante conduce al viajero hasta Sepúlveda, donde languidecen sin orden ni concierto.
Esbelta en su conjunto y frecuentada por las cigüeñas en San Blas, posiblemente se pueda afirmar que en Duratón existió un importante taller de cantería, cuya influencia se extendió por muchos de los templos de los alrededores, algunos de los cuales, como el de Sotillo, hemos tenido ocasión de ver a lo largo de las últimas entradas. Un taller que, dadas las referencias orientales, sobre todo en lo referido a la atípica figura del dromedario, bastante más elaborada y fiel a la realidad que aquélla otra que se localiza, precisamente, en el templo de Sotillo, induce a suponer la presencia, entre sus miembros, de alarifes mudéjares.
Este templo fue restaurado en la década de los ochenta por el arquitecto Ramiro Moya, y en su extensa y variada iconografía, que gira desde la sempiterna lucha entre el Bien y el Mal, hasta las más elaboradas e interesantes concepciones del Nuevo Testamento, donde cabe destacar, entre otras, el Nacimiento -obra que por su elaborada concepción, suele ser catalogada como el elemento más logrado de todo el conjunto-, la Adoración de los Pastores y la Epifanía de los Magos. Particularmente, me llaman la atención dos capiteles: en el exterior, uno que representa a dos machos cabríos afrontados, muy similar, en ejecución, a aquél otro que se localiza en el templo de San Juan Bautista de Orejana; y dentro de las sorpresas temáticas del interior, uno en particular, genialmente elaborado y compuesto por varios tipos de aves. De cualquier forma, y aunque descrito someramente, este templo de Nuestra Señora de la Asunción, de Duratón, resulta de visita obligada para todo aquel amante del Románico en general, así como para todo aquel que desee introducirse con parte de lo más florido del románico de la provincia de Segovia.

2 comentarios:

KALMA dijo...

Hola!
El último mohicano a revivido en un lugar tan bello y en un día inolvidable en el que poco indios fuimos todos.
Ya me he fijado en los caballos que decías, lo de las cabras ya lo recordaba, la inscripción en la adoración de los reyes y el calendario de oficios, las arpías... Tú vídeo hace que me traslade, como si de nuevo estuviese allí, no has perdido un detalle.
La primera vez que fuimos coincidió con San Isidro y hacen una romería de las que te gustan seguro, la virgen, el pueblo y las pilas de rosquillas, de las que los madrileños llamamos "listas". Por cierto, a la próxima avisas dejo la cámara y saco morrito, jaja.
Un beso.

juancar347 dijo...

Hola, bruja. Ahí me ganas, porque nunca he conocido este lugar en fiestas, y ya sabes que las fiestas y las romerías de los pueblos, a pesar de que se estén perdiendo cada año más, suelen ser de lo más florido e interesante. En realidad, creo que todos deberíais haber sacado morritos, porque no os estabais quietos deambulando por esta maravilla románica, ja, ja. La verdad, es que este templo tiene numerosos detalles, y una grata perfección en sus tallas. Son muchos los detalles que llaman, como el ángel de cuatro alas, el demonio arrastrando al condenado, pero como digo, en el interior, me quedé maravillado con un capitel que muestra diferentes tipos de aves. Un abrazo